domingo, 25 de septiembre de 2011

Dado que la única forma de acceder al mundo que tenemos es la palabra (no podemos ser árboles o ríos o perros o palos) tendremos que admitir que la vida es sueño, ficción amplificada, eso que Lacan situaba en la dimensión de lo imaginario. Este blog no es excepción a esa irrealidad constitutiva y esencial. Todos y cada uno de los posteos de Suspendelviaje no son más que una trama textual. No nos interesa usar este espacio como catarsis. No hacemos confesiones personales acá. Y aunque lo íntimo y secreto se filtre a veces en los huecos del lenguaje el resultado es un fenómeno que va más allá de nuestro control y, sobre todo, de nuestra supuesta intención.  

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