Este blog nace de un deseo de sentir la vida. De sentirla en su verdad más cruda. Hay también un fondo de desesperación. Andrea y yo no pensamos igual sobre todas las cosas. Pero coincidimos en cierta mirada común sobre el mundo, cierto pesimismo alegre, cierta alegría pesimista, algo de tristeza también. Andrea escribe poco pero escribe. Yo escribo demasiado. Quizás debiéramos terminar con este espacio y dedicarnos a tantas cosas prioritarias. Quizás debiéramos continuar pero bajar el ritmo. Quizás no debiéramos hacer ni una cosa ni la otra. Ni siquiera sabemos si hay lectores. El contador dice que sí. Pero no creemos en contadores. Este blog nace de sentirnos incompletos. Nace de no entender lo que pasa. Cuando empezamos a escribir, por ejemplo este post, no tenemos idea de adónde vamos. Pretendemos darnos cuenta de algo en el mismo acto de escribir esta misma línea que ya se acaba.
L.
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