domingo, 25 de septiembre de 2011
La salvación
Sí, salvarse, pero de qué, de quién, de cuándo. La idea de salvación remite a cosas inmensas pero también a menudencias. Salvarse de un pesado, de ahogarse en la pileta, de una pareja que ya no entusiasma, de un trabajo mal pago o estresante, del domingo a la noche, de la semana que se anuncia. En un plano más amplio, quizás cristiano o musulmán, se alude a la salvación total y completa. Juicio final, sálvate de ti mismo (error, sálvate a ti mismo) ir al cielo, ese tipo de cosas. ¿Salvarse gracias a alguien? Imposible. ¿Salvar a alguien? Más difícil todavía. Una opción. Salvación por la obra.
L.
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