Eliminamos un mensaje anoche. Sí. Acá se rechazan mensajes a veces. Y eso que nos encanta recibir comentarios al pie de los posteos. Un anónimo aludió a nuestra eterna duda sobre si seguir o no con este espacio. Escribió algo así como que, si tomábamos la decisión final, la encaremos con alegría y no con la cara de orto de siempre. No somos amargados. Nos gusta vivir sabiendo. Eso es todo. Amamos la verdad o las pequeñas y parciales verdades. No nos gustan las manitos levantadas en feisbuc. No nos gustan emoticones del tipo :) o similares. Sufrimos y gozamos de la vida. No nos creemos genios por eso. Andrea y yo tenemos un lema que aplicamos con estoicismo todos los días. Pesimismo en la idea. Optimismo en la acción. Pertenece a Albert Camus pero lo adoptamos como quien adopta a un niño o a un perrito. Los verdaderos amargados suelen ser, por lo general, los que se jactan de ser felices. Ocurre que esconden la cara de orto con lindas máscaras de plástico.
L.
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