domingo, 11 de septiembre de 2011

Tu olor


Noche tranquila y oscuramente azul. O azuladamente oscura que suena parecido. La ciudad colapsa. Larguísimas columnas de autos en la autopista del sur, patrulleros de policía que muestran los dientes, ambulancias llevando cuerpos al límite de sus fuerzas. Las sirenas cantan y muestran las tetas para atrapar incautos. No hay mar acá. Los únicos golpes de realidad vienen desde lejos. Y la única ilusión está en los sueños. Trato de imaginar, a veces, tu olor. El olor de tu cuerpo al final del día. Y eso me basta para sostener la ciudad un poco antes del derrumbe. Y eso me basta para no caer.
L.

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