No más de cien personas se aíslan en la isla. Con ellas conviven diez mil cotorras, treinta lagartos en hibernación, quince gaviotas de un mar equivocado y gente que siempre está por alzar vuelo. Apenas dos árboles se aferran como pueden a la tierra amarga. No hay raíces. A veces, de noche, se oyen voces de fantasmas cansados. Y sus huellas son de humo como todo lo demás.
L.
L.
Las gaviotas de un mar equivocado. Todo parece ser lo que no es en esa isla imposible.
ResponderEliminarHermoso texto.
Diana