El amor sexual nos proporciona la experiencia placentera más poderosa y subyugante que pueda ser alcanzada. Establece así el prototipo de nuestras aspiraciones de felicidad. El punto débil de esta técnica de vida es evidente. Y si no fuera así a nadie se le habría ocurrido abandonar por otro este camino hacia la plenitud. En efecto: jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos. Jamás somos tan desamparadamente infelices como cuando hemos perdido al objeto de nuestro amor.
Sigmund Freud, El malestar en la cultura, Hyspamérica, pág. 1695.
Es así. Ni el amor y el sexo solucionan nada por sí mismos. Quien lo probó lo sabe. Freud sabe lo que dice. Gracias.
ResponderEliminarMaite
El famoso "amor" es muy cruel. A saber:
ResponderEliminarPor un lado nos conecta con la esperanza de que alguien nos necesita.Y uno jura ser fiel, y promete actuar en consecuencia y decide hacerlo... Por ahí vamos en coche. Y por otro lado nos hace dependientes de aquel que dijo, juro y prometió necesitarnos. Aca es donde se complica. Ud, se preguntará por que habría de complicarse si es un momento maravilloso...
Precisamente es que abandonamos la búsqueda eterna por "ser" por nosotros mismos. Y nos olvidamos del esfuerzo que nos costó estar un rato "en soledad construyendonos".
¡Yo siempre fui feliz con una mujer hasta que me enamoré!
ResponderEliminar