domingo, 20 de septiembre de 2009

Un amor de primavera II


El amor -de otoño, invierno, primavera o verano- es altamente benéfico y productivo. Difícil negar su poder transformador. La férrea voluntad de una pareja no tiene igual. El buen humor la torna siempre dispuesta a prodigar actos generosos cuyos efectos llegan más allá de sí misma. La rara armonía obtenida entre dos choca frontalmente con la desarmonía esencial del mundo. Y la feliz confluencia redunda en cambios imposibles de medir. No faltarán los que acusen a los amantes de ser los subversivos de nuestro tiempo. Es posible. Porque los enamorados -al igual que los guerrilleros de alma- están siempre dispuestos a inmolarse por la causa.
A. y L.

3 comentarios:

  1. Coincido. El amor, si es amor, es subversivo.
    Itatí

    ResponderEliminar
  2. ¿Y ese optimismo de dónde sale?
    R.

    ResponderEliminar
  3. El Che decía: "La principal característica de un revolucionario es el amor. El amor por la humanidad." Viva ese amor!

    ResponderEliminar