martes, 8 de septiembre de 2009

Perlas de un collar sin estrenar


No tienen dueño, casa, farol. No tienen sueño. Son reyes de la calle y muerden al divino corazón. Los perros van desnudos y huelen en silencio la cola de las perras. Las toman por atrás, se alejan y se olvidan. Quieren dormir pero no pueden. Quieren ser otros. Los perros van sin planes, sin plata, sin medir las graves consecuencias. Son el terror de las colinas y juegan con ramas encantadas. Y yo les digo basta. Y yo les digo corramos a beber directamente de la fuente. Y ellos ladran como perlas de un collar sin estrenar.

L.

4 comentarios:

  1. No entiendo esto de los perros, Luis.
    Lucelly

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  2. Tampoco yo. Cuidé la forma (eso sí). Lacan dice que el significante crea al significado. Si Jacques tenía razón, supongo que alguna cosa, aún a pesar mío, se estará diciendo. Habrá que pensar.
    L.

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  3. Siempre se esta diciendo algo, sobre todo cuando el significante no es lo importante del relato.

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  4. No pienso igual. La forma arrastra al contenido. Hay algo de la música bien compuesta que dice algo aún a pesar del autor. Si me concentro en el significado y no en el significante (la imagen acústica)lo más probable es que el conjunto no funcione.
    L.

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