martes, 1 de septiembre de 2009

De un amor no queda nada


De un amor, si fue amor, no queda nada. Inútil escuchar viejas canciones (nuestro tema), bares donde se dijeron cosas terribles ahora olvidadas, esquinas donde chocaron bicicletas como suelen hacerlo partículas de la física cuántica, gestos de despedida en la parada del 127. Todo va decantando y se evapora hasta resolverse en materia oscura. Primero se borra un nombre, después el otro, luego desaparece hasta la corteza donde el torpe corazón fue dibujado. Por algunos meses subsiste un remanente de dolor que, con el tiempo, se reduce a una línea, un punto, silencio. De un amor, si fue amor, no queda nada.

L.

7 comentarios:

  1. Creo que con el silencio se reducen varias cosas. El silencio es la falta de palabra, es aquello que quizás no se dijo a tiempo. El silencio en este texto representa un inicio y un fin de algo. Muy acertado. Se completaría un círculo. Me gusta mucho. Gracias por compartirlo

    ResponderEliminar
  2. Hay gente que asegura extrañar a un amor no correspondido durante años. El remanente de dolor nunca se hace línea ni mucho menos punto. ¿Será eso un capricho en vez de un amor?

    ResponderEliminar
  3. Capricho, amor, dolor, remanente, nostalgia. Parecen palabras distintas. Pero todas nombran lo mismo. Eso que nombran existe... pero está al margen de un sentido específico. Hay que aguantar.
    L.

    ResponderEliminar
  4. Quitaste el otro escrito sobre el amor que se fue. Me hubiese gustado releerlo, siempre sirven para reflexionar.
    Saludos
    Magalí

    ResponderEliminar
  5. La idea no estaba clara, Magalí. Por eso eliminé el posteo. Tengo que pensar mejor en la cuestión.
    L.

    ResponderEliminar
  6. Del amor no queda nada, de la historia de ese amor, mi alma hundida.

    J.

    ResponderEliminar
  7. del amor finito, queda una salina de lagrimas, una opresion en el pecho, que si dios existe aliviará, un corazón roto y una certeza convertida en miles de dudas... no me parece que eso sea "nada"

    ResponderEliminar