jueves, 7 de abril de 2011
El periodismo ciego
Clarín y La Nación, los diarios de mayor circulación en la Argentina, no cubren las audiencias donde se juzga a los represores de la última dictadura militar por delitos de lesa humanidad. El tema no les interesa. Nada se lee en sus páginas al respecto. Prefieren en cambio hablar de las intimidades exhibidas en Gran Hermano o atacar al gobierno por la razón que sea. Escriben sin citar fuentes, crean un clima de apocalipsis lindante ya con la locura, desinforman de manera sistemática y casi enfermiza mediante los distintos medios audiovisuales que manejan de forma corporativa. ¿Por qué no cubren las audiencias? Sería fácil responder haciendo memoria. No está de más recordar que Clarín apoyó a la dictadura de manera explícita y que la señora de Noble, su directora, es sospechada con buenos fundamentos de haberse quedado ilegamente con hijos de desaparecidos. El respaldo de La Nación a la dictadura es demasiado conocido como para insistir en eso. Pero aún así un mínimo ejercicio del periodismo serio sería necesario. Los juicios a los represores constituyen un acontecimiento de relevancia mundial. Ningún país -ni Alemania después del nazismo ni la ex Yugoslavia- se juzgó a sí mismo. Tuvieron que armarse tribunales internacionales para hacerlo. La Argentina es en tal sentido un ejemplo para la humanidad. No solamente porque se intenta el castigo a los culpables sino por la búsqueda incansable, no vengativa, de la verdad y la justicia. Algunos periodistas modernos admiten todo eso pero dicen que la experiencia de los setenta está superada. Dicen que hay que mirar hacia adelante. Abogan por la reconciliación de torturados y torturadores, etcétera. No hay mucho que agregar. ¿De qué periodismo pueden hablar Clarín y La Nación? ¿Por qué no cubren las históricas audiencias donde la sociedad argentina intenta recuperar al menos un poco de la dignidad perdida?
L.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario