viernes, 15 de julio de 2011

Anticapitalismo en el diván


El psicoanálisis, como teoría o praxis, recibe ataques desde todas partes. Salen  notas en revistas locales de pésima calidad y sin rigor alguno. Aparecen best sellers que alegremente fusilan a Freud y sus ideas. Gente que jamás experimentó un buen análisis se suma al coro con argumentos irrefutables. Trato de pensar en la razón que estimula semejante batería de ataques. Mi conclusión (basada en mis lecturas pero sobre todo en  mi experiencia como paciente) es que hay un problema de fondo raramente observado. El psicoanálisis freudiano y lacaniano es una herramienta anticapitalista por definición. Por algo Freud integra, junto a Niesztche y Marx, el grupo de maestros de la sospecha. La teoría y la práctica psicoanalítica apelan al deseo y no al consumo adictivo (goce) y no al mercado, vaca sagrada del capitalismo. Se propone al paciente (en cambio) hacer algo con lo que le pasa y no entregarse mansamente al sistema familiar, político, moral y económico. Revoluciona las almas y por algo se empieza. Ahí está el nudo que tan pocos desatan. El psicoanálisis propone la verdadera libertad individual y eso no es tolerado por los dioses de la resignación y la obediencia.
L.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario