sábado, 9 de julio de 2011

Y entonces

Y entonces uno quisiera que algunas cosas fueran de otro modo. Y entonces uno se pregunta por qué persisten esas cosas de la manera en que están y no cambian de una maldita vez. ¿No dice o decía una canción que todo cambia? Entonces uno se pone a pensar en las razones por las cuales algunas cosas que deberían transformarse no lo hacen y, en cambio, siguen complicándose. Y entonces uno se pone a pensar en algo lejano e imposible, alguna forma de escape o sueño o salto al vacío. Surge la idea de buscar nuevos caminos que superen a los viejos y cansados caminos de siempre. Pero es inútil escapar al llamado de la sangre. Y uno entiende por fin que los viejos y amados caminos no deberían ser abandonados. Y entonces uno se pone a pensar cómo seguir adelante y cada vez más adelante y más todavía. O, también, en cómo volver sobre los pasos y empezar de nuevo como si nada (nada) hubiera pasado.
L.

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