domingo, 10 de julio de 2011

Cambiar la vida


Vamos de derrota en derrota hasta la victoria final, decía Mao. Hoy eso parece un chiste de humor negro. Y lo es, claro. Lo es en toda la línea. Ganan los malos, dice nuestro amigo Peregrino. Y ganan, claro. Y no es que ganan porque son piolas. La sociedad porteña, la argentina también, votó a Videla y a Menem y a Macri y al uno a uno. ¿De qué nos sorprendemos? Pero hay una reserva aún. Hay gente militando en todas partes, en los barrios, en las villas, en los colegios. La gente más alegre, los más revulsivos y obscenos, los que arruinan cualquier fiesta paqueta. Esos siguen, seguimos, ahí. Basta pensar en amargados como Luis Majul, todos los de Clarín, los de La nación, radio Mitre, radio 10, Perfil, Noticias. Todos amargados. Gente triste y sin remedio. Muertos antes de morir. La alegría está siempre de nuestro lado. Sí señor. Vamos de derrota en derrota hasta la derrota final. Pero felices y contentos luchando para cambiar la vida. Cambiar la vida sí. Como quería Rimbaud.
L.

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