martes, 19 de julio de 2011

Viejos mails de un tal Van Gogh


Leo viejos mails de un tal Vincent Van Gogh, artista holandés dado a los extremos, donde aparece al desnudo el drama, su drama de vivir y sentir intensamente. Ahí lo veo descubriendo en la práctica la fuerza de sus teorías pictóricas o también expresar a cada paso sus dudas existenciales. ¿Quién no duda? ¿Quién no cuestiona sus decisiones o indecisiones? Mi tormento no es otro que este -le dice a su hermano Théo- ¿para qué podría yo servir? Pero su tragedia tuvo también que ver con el imposible amoroso que lo perseguía. Por momentos -escribe- así como contra los sordos acantilados se estrellan las olas, siento el deseo de abrazar algo. Abrazar a una mujer de la clase puta barata. Van Gogh respira agitadamente en esos mails llenos de dolor y esperanza. Y lo hace, al borde de su propio final, como un animal herido, terco, luminoso.
L.

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