viernes, 29 de julio de 2011

Potencia textual


La mayoría de mis libros, los que están en mi biblioteca, fueron escritos cuando yo ni siquiera había nacido. De las manos que los escribieron no queda ni una partícula de polvo. De las mentes que los pensaron menos. Algunos de mis libros, los que están en mi biblioteca, perdieron la tapa, tienen menos páginas, están llenos de manchas y rayaduras. No sirven para nada. Sin embargo la mayoría de mis libros, los que están en mi biblioteca, son diez mil veces más jóvenes y hermosos que las reinas de belleza. Si esos libros fueran hombres tendrían veinte erecciones por día. Si fueran mujeres ganarían todas las carreras de natación en cualquier estilo. Si la mayoría de mis libros, los que están en mi biblioteca, tuvieran sexo, poblarían el mundo de heroicos e imbatibles libritos. Tan grande es su juventud y fertilidad. Tan inagotable su potencia erótica.
L.

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