miércoles, 27 de julio de 2011

Leer

Suelo aconsejar a mis alumnos con problemas de escritura, o con una mirada demasiado pobre, el acceso más frecuente a los libros. Pero cuidado. No toda lectura funciona como santo remedio. El mercado está lleno de libros venenosos. Esto último anida en los títulos generalmente más vendidos y muy particularmente en los llamados libros periodísticos. Si estas son las opciones mejor sería dedicarse a pelar papas o salir a caminar por el barrio. Lo único que funciona es la buena literatura. Los autores no son muchos pero son. Con un poco de Onetti, Carpentier, Felisberto, Pavese y Rulfo alcanza y sobra para curarse en salud de una vez y para siempre.
L.

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