Dicen que hay que evitar los extremos porque son peligrosos. Dicen, con la misma lógica, que hay que buscar siempre el punto medio de todas las cosas. El punto medio sería lo ideal. Ni esto ni aquello. Ni agua caliente ni agua fría. Agua tibia, dicen. Las pasiones enferman. Los excesos también. Mejor una vida mediocre y sana, dicen. Y dicen que mejor vivir a medias que entregarse por completo a la experiencia. Y dicen además que el encierro es virtuoso. El mundo está lleno de trampas, dicen. Para evitarlas hay que limitar los extremos de las montañas, del amor, del compromiso. Dicen que es ideal el punto medio. Dicen que conviene el punto muerto.
L.
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