sábado, 3 de septiembre de 2011
El blog se repite
Repetimos temas, fotos, canciones como la de abajo. No lo hacemos por distracción sino por gusto. ¿Qué tiene de malo volver sobre lo mismo? La idea de cambiar constantemente no nos seduce. Si algo es bueno lo será por siempre. El mar, por ejemplo. O el amor. O las viejas rutinas que una pareja repite hasta el cansancio porque el eterno retorno le produce placer. O la alegría de un niño que patea la pelota contra la misma y vieja pared. Hay rutinas horribles y hay otras que rozan la divinidad. Cambiar de ciudad, de ideas, de costumbres o amigos no soluciona ningún problema. No cambiar nada tampoco. Y un cambio no deseado, a veces, hiere al corazón.
L.
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