jueves, 8 de septiembre de 2011

Maltrato


Hay un malestar general difícil de abarcar o entender. Una violencia contenida en los sueños que se siente y presiente en la calle, en las oficinas, en el transporte público, en los centros comerciales. Alguien empuja o grita o maldice con saliva. Alguien acaricia un filo caliente de navaja. Alguien, un poco más allá, se coloca al borde del ultraje. Es un malestar que duele. Una ley general del maltrato. Y todo bien envuelto. Como para regalo. Maltrato en la ciudad y en el baño de damas. Habrá que cuidarse. No hay piedad ni para muertos. Vamos fusilando mientras llega la orden, dice un general mexicano.
L.

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