sábado, 16 de junio de 2012
Ernest
Cuarenta y cinco años después de la muerte de Ernesto Guevara acaba de ser presentado en La Habana Apuntes filosóficos, un libro desconocido hasta hoy donde el Che anota una serie de reflexiones curiosas, listas de libros, pensamientos, etcétera. En una parte critica severamente el dogmatismo estalinista que regía en la ex Unión Soviética. Y advierte que si las cosas seguían así el final de esa experiencia mal llamada socialista terminaría "desastrosamente". Sin abandonar su condición de marxista militante y la estimulante idea del hombre nuevo, Guevara rechaza también la burocracia cubana que, dice, "pretende congelar la revolución". Ya en los años de su fracasada y mortal experiencia boliviana el Che escribe una frase notable. Ya hemos hecho mucho -dice-. Pero algún día tendremos también que pensar. En su agenda anota, de paso, los autores que más lo impresionaron. La lista incluye a Jack London, a Shakespeare, menciona concretamente Hamlet y Julio César, a Goytisolo, una biografía de Miguel Angel escrita por Papini, a La Ilíada y La Odisea de Homero. Guevara no concebía la revolución sin la cultura. Gran lector de poesía, se despidió de su mujer dejándole grabada una lectura conmovedora de Los heraldos negros, del peruano César Vallejo. Hay cosas en la vida tan fuertes...Yo no sé. Guevara, como los poetas de verdad, y no los que buscan premios y elogios, aprendió a escribir vida y poesía con su propia sangre.
L.
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