martes, 26 de junio de 2012

Ventajas de la ducha

Una ex novia brasileña, nacida en la ciudad paulista de Taubaté, me enseñó hace años a aprovechar la ducha para, de paso, lavar mis dientes con cepillo y pasta dentífrica. Me pareció buen consejo y lo puse en práctica desde entonces. Ayer lo comenté en una clase y una alumna dijo que Greenpeace recomienda también orinar bajo la ducha. De ese modo se gasta menos agua y todo se vuelve más feliz y simultáneo. Se me ocurren otras cosas como utilizar el momento para lavar la ropa interior, leer libros impermeables, pensar, soñar e incluso hacer el amor. Esto último es perfecto. Ducharse en pareja requiere usar un mismo volumen de agua para dos personas al mismo tiempo. Y, encima, cualquier suciedad que se produzca en el desarrollo del acto amoroso sería limpiada de inmediato por la lluvia que cae del techo, del pecho, del lecho y de tantos otros lugares innombrables y de no tan fácil ubicación geográfica.
L.  

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