Dificultad para resolver pequeñas cosas. No las muy grandes sino las muy pequeñas. Algo cayó bajo la cama y no puedo verlo en la oscuridad. Tampoco recuperarlo. Se perdió la tapa de una botella y con ella se perdieron la tapa y la botella. Trámites. Pequeños trámites. Todo postergado para mañana mientras pongo mi escasa potencia en tonterías. Este blog es una de ellas. Algunas lecturas de viejos libros. Sólo me falta, como hacía el poeta Jorge Teillier al caer en estados semejantes, ponerme a leer diarios escritos en 1930. O caminar hasta la estación abandonada de un tren que ya no pasa. Voy a probar con eso. Se acerca al fin el tren más esperado.
L.
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