Llega la hora del ayuno y la limpieza general. Llega la hora de vaciarse del sobrante. Es tiempo de adelgazar el pensamiento, la mirada, el instinto. Todo más liviano y ligero. Todo menos denso y pesado. Llega la hora de la desnudez y el retiro. La de reducirse por fin a lo esencial. ¿Qué es lo esencial? Llega la hora de pensarlo.
L.
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