sábado, 28 de junio de 2014

En el fútbol como en la vida

Sin goles no hay destino. Y en los octavos de final el destino pide resultados y nada más que eso. No importa el desarrollo del proceso. No importa la mayor o menor habilidad de los hombres. Las jugadas de pizarrón no resuelven el dilema principal. No hay vida sin goles. No hay futuro al margen de una pelota entrando al arco. Los goles deciden la suerte de los protagonistas. Como las monedas. A cara o cruz. No alcanza el fútbol, por mejor que sea, si no hay goles. No hay punto medio ahora. La alternativa es clara. Definición o muerte.
L.

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