jueves, 26 de junio de 2014

Los días felices II

Releo el diario íntimo de Pizarnik y escucho canciones que nada que ver y pienso en bosques disueltos en la niebla, y en el mar también, y todo parece fundirse en la noción ambigua de los días felices, cosas pasadas, algo que no puede comprobarse por senderos conocidos. Y de pronto exagera Alejandra que solo una vez fue feliz y el hecho ocurrió, por lo que ella dice o siente, el día en que corrió a caballo desnuda y en la playa. Fue entonces cuando palabras como tierra, sangre, sexo y no sé cuántas más adquirieron para ella realidad y se hicieron tan visibles que desapareció la voz. El sentir y el hablar no se diferenciaban y yo releo el diario al pasar, escucho canciones que nada que ver y pienso en bosques disueltos para siempre en la niebla, todo reunido en la noción ambigua pero cierta de los días felices.
L. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario