Ahora sólo me queda buscarme de amante la respiración. No mirar a los mapas, seguir en mí mismo, no andar ciertas calles, olvidar que fue mío una vez cierto libro...O hacer la canción. Y decirte que todo está igual, la ciudad, los amigos y el mar, esperando por ti, esperando por ti. Sigo yendo a teté semana por semana, ¿te acuerdas de allá? Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos, yo sé que ella me ama y es por eso tal vez que te siento en sus alas...aunque ahora no estás. Y se siente en la conversación. O será que tengo la impresión, de la ausencia y de ti, de la ausencia y de ti. No quisiera un fracaso en el sabio delito que es recordar, ni el inevitable defecto que es la nostalgia de cosas pequeñas y tontas como en el tumulto, pisarte los pies...Las ideas son vagas hoy día y no puedo usar flores por ti. Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir lo que aquí no he podido decirte, hablar como un árbol...con mi sombra hacia ti. Como un libro salvado del mar. Como un muerto que aprende a besar.
Para ti, para ti, para ti.
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