Se han devuelto las hojas que el viento había dispersado, las hojas peladas, el grito de los niños en el patio de la escuela, la bolsa llena de café y olor a café, los perfumes de abierta cereza, también los silencios se han devuelto, como las voces cascadas de las viejas cantoras, las esperanzas vueltas a guardar, el desencanto, el riesgo constante del filo, tal vez llueva esta tarde, tal vez no llueva a la noche, pase lo que pase volverán las gotas a mojar lo que está seco.
L.
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