viernes, 19 de septiembre de 2014

El enamorado

Durante los primeros días el enamorado se vuelve estúpido. Casi un payaso sin entrenamiento. Dice cosas en las que no cree. Exagera. Besa más que lo necesario. Imagina haber caído en un remolino sin fondo. Con el tiempo el enamorado ya no es tan cómico. Habla menos. Besa menos. Promete menos. Es justamente en ese punto donde el enamorado empieza a preguntarse por el verdadero sentido del amor y de la vida. Y es justamente en ese punto donde el enamorado se vuelve una persona interesante. No sólo para su amada sino también para las muchachas que merodean el castillo y aun para las que viven en aldeas alejadas donde se corrió la voz.
L.

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