Los machos

Está ese tipo de macho latinoamericano -cazador y viril- cuyo comportamiento justifica a las mujeres cuando dicen que los hombres somos básicos. Lo somos. Miramos a las chicas como ginecólogos. Las separamos en prótesis. Competimos con los amigos de la manada para ver quién se las coge primero. El macho mediterráneo o latino se frota distraidamente contra una hembra en el transporte público. Ni los animales actúan así. O le palpan las tetas con la mirada y con descaro. Los más románticos, de esos también hay, la miran a los ojos como buscando qué. Pero raramente pasa algo. Al final ese supuesto caballo de carrera, capaz de gritar desde un camión o un automóvil te chupo toda, acaba solo en algún baño o en su cuarto. O a lo sumo le da un beso a su mujer fea, gorda y aburrida que lo espera en la casa o en la cama sin mayores esperanzas. ¿No hay opciones mejores? Claro que sí. Pero eso requiere de nosotros, los hombres, explorar a fondo nuestra parte femenina y menos brutal...hasta convertirnos en personas.
L.