domingo, 25 de diciembre de 2011

Carta desde lejos

Estás lejos ahora y en tu casa vacía eso se siente doblemente. Tus corpiños permanecen mudos en los cajones cerrados, tus cuadernos de notas, tus diez razones para la tristeza del pensamiento, los dominios perdidos, lo que queda de Auschwitz, los escritos de Hannah Arendt, una botella de vino a medio beber, los carozos brotados de aguacates en los frascos llenos de agua y esperanza. Esos libros y semillas, esa ropa secreta e interior, tienen que ver con lo que nos une. La mayor intimidad del ser. También las anotaciones desesperadas en las hojas rayadas, la angustia, los celos, la plenitud que asoma cuando el sol se esconde y algo se enciende por dentro. Estás lejos. Pero en el fondo de toda lejanía se alza tu casa. Y tu casa es también la nuestra aunque ahora esté poblada de fantasmas.
L.

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