sábado, 31 de diciembre de 2011
Pez volador
Un año más y el pescado sin vender. Nos queda el pez vivo, el pez rojo, el pez volador. Giramos como gaviotas que sueñan con dejar de dar vueltas en torno al pez imaginario. Nos gustaría estar en otra parte. O subir dando grandes zancadas por escaleras imposibles. Nos alimentamos de ilusiones como aves cegadas por el espejismo. Pero en 2012 todo va a cambiar. A partir de mañana vamos a morder la manzana del pecado. Seremos como gaviotas que giran alrededor del pez invisible. O nos convertiremos, tal vez, en el pez volador que avista, desde el aire, el raro perfil de la gaviota sumergida.
L.
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