sábado, 24 de diciembre de 2011

Lectores del blog

Tenemos unos doscientos lectores diarios del blog pero muy pocos entre ellos dicen algo de lo que ven, leen o escuchan acá. No haremos una cuestión estadística. Después de todo y antes que nada para qué queremos más. Visitamos blogs de un mal gusto insuperable y cada posteo en ellos tiene cuarenta o cincuenta comentarios. Eso debe querer decir algo que no alcanzamos a percibir. Por ahora los visibles en este espacio suelen ser Peregrino, Mge, Fer, Pedro, María, Ana, Noemí, Pep, desde España, José García, Andrea, Florisse, Victoria y unos pocos más. Sabemos también de los invisibles que alguna vez firmaron sus observaciones como Amaranta, Daniela, Rulo, Ludmila, Cecilia o Emiliano. Fuera de ellos el resto es un misterio. La lista de seguidores con foto y todo alcanza los 341. Pero eso, lo sabemos, significa poco. Nos gustaría tener más devoluciones de lo que hacemos pero no podemos rogarle a gente que ni siquiera conocemos. Una lectora dijo una vez que nosotros raramente comentamos lo que ella pone y esa puede ser, por qué no, la causa del silencio dominante. Es posible. Veremos si entre hoy y mañana, gracias al espíritu navideño donde el amor y la felicidad derraman sus aguas densas, llegan a Suspendelviaje más cartas de náufragos valientes. La lista apenas esbozada incluye a veces agresiones propias de la locura dominante en Internet y, en otros casos, suenan las palabras de los infaltables graciosos, esos que conocen la vida, los que tienen experiencia, los que no se sorprenden ya de nada y, mientras comen fideos, se resisten a pensar. Esos, creo, son los peores. Pero nada podemos hacer más allá de no publicar sus tonterías. La vida no es fácil para nadie. Y si lo es para algunos genios recién llegados, claro, no podemos más que felicitarlos y envidiarlos desde nuestro casi infinito y vacío desconcierto.
L.

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