jueves, 22 de diciembre de 2011

Los optimistas


No existen personas más amargadas que los optimistas. Los que niegan o maquillan la verdad, los que dibujan risas de payaso en sus caras idiotas, los que se ríen de todo y de todos, los felices por vocación, los negadores profesionales y enfermizos. Esos son los verdaderos depresivos. Quienes en cambio son capaces de estar tristes o en silencio, los que incluso piensan a veces en la muerte, los que miran el mundo desde una ironía sistemática e imbatible, esos, los eternos y alegres pesimistas, están salvados y son, claro, los únicos felices que aún quedan en la tierra.
L.

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