miércoles, 11 de junio de 2014

Blog mundial


Llegamos a pensar con Andrea en suspender el viaje por un mes. ¿A quién pueden importarles nuestras divagaciones o cualquier otra cosa habiendo un espectáculo de tanta potencia como el mundial de fútbol? La pregunta no es retórica ni despreciativa. En Brasil se juegan colores, naciones, la ambigua noción de patria, la salvación de muchas parejas en crisis, el indudable atractivo del juego, la dinámica de lo impensado, el don de la videncia, la posibilidad de proyectarse en el triunfo o el fracaso de los equipos, la soledad del arquero ante el tiro de penal, algo que le da sentido a nuestras horas vacías. Todo eso junto le gana por penales a la mejor teoría. La pasión en cualquiera de sus formas no debería ser explicada sino simplemente vivida y experimentada. También nosotros veremos partidos si conseguimos arreglar la tele porque, justo ahora, no anda bien. La diferencia es que tomaremos la droga, como debe ser, en dosis mínimas y controladas. Por eso nos preguntamos qué hacer con el blog en la era mundialista. ¿Suspendemos el viaje por un mes?
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario