Todo se resume en la palabra pez, tal vez, una palabra larga y delgada deambulando en el agua, quizás, como un dedo o quién sabe como qué. El día entero reducido a lo esencial, un pez, tal vez, horadando el río con su larguísima nariz, un pez invisible, una res o acaso un ciempiés. Algo rueda en la cama y tal vez sea un recuerdo con escamas. Todo parece rimar en la mala hora del día que se apaga. La vida entera reducida a lo esencial. Todo se resume en la palabra pez. Alguien la pronuncia antes de darse vuelta y dormir. La noche no sueña con objetos. La noche sueña solamente con soñar.
L.
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