Es fácil matar. Con la excusa que sea. Lo más fácil que hay. Excusas no faltan. Terrorismo internacional, pobres que no quieren trabajar y viven drogados, hombres y mujeres infieles, delincuentes, malos, feos, sucios, lo que sea. Muy fácil matar, condenar, torturar. Es lo que más le gusta a la gente de bien. Es fácil matar y mucho más fácil morirse, abandonar, retirarse. Lo más fácil que hay. Y todos contentos. El suicidio también es un asesinato, decía el viejo Freud. Y el asesinato, a la larga, también es un suicidio. Pulsión de muerte para toda la familia. Qué lindo panorama. En esta vida morir y matar es fácil -dice el poeta ruso Maiakovsky-. Hacer vida es lo difícil.
L.
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