viernes, 9 de septiembre de 2011
Imposibilidad de amar
La frontera entre amor y erotismo es incierta y culturalmente compleja. Para Octavio Paz el amor es exclusivo. Un alma y un cuerpo supuestamente fusionados. El deseo erótico, en cambio, es múltiple y se centra esencialmente en el cuerpo. La clasificación suena bien pero resulta insuficiente. Suele citarse en este tema el famoso mito de Don Juan, el mujeriego incurable, el hombre que, en realidad, no puede amar. Salinger, en uno de sus nueve cuentos, dice que no hay infierno mayor que la imposibilidad de amar. Don Juan padece ese infierno. Volviendo a la frontera entre amor y erotismo mencionada al comienzo podría decirse que el mítico personaje invierte la estrategia. Su objetivo es gozar de la mujer más allá de los sentimientos y la exclusividad. Él no puede enamorarse. Lo suyo es una convocatoria al amor pero no para entregarse a su imperio sino apenas para fingirlo y burlarlo.
L.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario