Dice el contador del blog que el mayor número de visitas a este espacio viene de España, México y Colombia. ¿Debo entonces ser demagógico y escribir algo específico sobre esos países? ¿Debo decir que más de un diez por ciento de los españoles se está lanzando a otros países, Argentina incluída, para escapar de la crisis? ¿Tengo que hacer alusiones al café, al vallenato y a las divinas masacres cometidas en Colombia por militares y paramilitares? ¿Será necesario hablar de Frida Kahlo, las playas de Yucatán y las cabezas cercenadas por los narcos mexicanos? Se lo pregunto a Andrea y, mientras se pinta las uñas de un verde furioso, me sugiere que no lo haga. Esa gente, añade, entra al blog buscando lo que el blog ya tiene, es decir, intimismo, provocación, desesperación, música y fotos elegidas. Lo dice Andrea mientras se pone un sombrero de paja y se pierde como agua en la ciudad de pobres corazones. De acuerdo entonces. El viaje seguirá su curso sin localismos ni demagogia. Además falta poco, muy poco para llegar a destino.
L.
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