jueves, 7 de junio de 2012
Paula
Se pone guantes en los pies, medias en las manos, un gorro de lana en cada pecho y una bufanda en torno a sus nalgas. En las mañanas Paula despliega un maravilloso espectáculo. También en las tardes, en las noches, en los tiempos muertos y en los tiempos vivos. Cuando se ducha riega el baño de espuma y burbujas de jabón. Emerge de pronto como Afrodita en el vapor y ensaya dos o tres pasos de danza clásica y contemporánea. Su cuerpo desnudo está cubierto de gotitas calientes. Y después viene esa locura de cambiar el corpiño por los gorritos de lana, la bombacha por la bufanda y todo lo demás. Si bien está atenta a mis comentarios no quiere demostrar nada. Ella es así. Es como si dijera ámame o déjame. Y yo la amo. Y Paula lo sabe.
L.
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