Lo más difícil de un blog es cuidar la coherencia temática. Leo las últimas entradas y el conjunto parece una radiografía del desastre y el caos mental. Libros, personajes, Chile, escritura, sexo, digresiones, ideogramas, océanos y regresiones. ¿Habrá llegado la hora de cambiar de rumbo y fundar un espacio temático? ¿Tendremos que suspender el blog hasta que aclare? Igual no es lo único difícil de este oficio diario. Lo más arduo acá -lo casi imposible- es lograr que alguien diga al menos un hola, o un chau, al pie de los posteos...
L.
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