jueves, 1 de noviembre de 2012

Ofensiva general

Hay una ofensiva general contra la evocación del pasado, contra el recuerdo del pasado, contra la menor meditación sobre el ayer en cualquiera de sus formas. En nombre del rechazo al psicoanálisis, o embanderada en algo llamado neurociencias y/o modernidad, la ofensiva conquista velozmente los diarios, las mentes, las revistas, las redes sociales y hasta algunos libros de autores importantes. Se nos dice que el pasado ya pasó, que lo único que hay es el presente y, más aún, el futuro. Esto último muy especialmente. El futuro. Se nos dice que debemos mirar siempre y solamente hacia adelante. Y todos lo hacemos, obedecemos, con los ojos en blanco y casi a la manera del robot. Los espiritualistas, por su parte, nos indican que en realidad debemos mirar hacia adentro. Nadie se hace cargo de que adentro hay pura oscuridad. Y que adelante no hay nada que mirar. Nadie nos dice que todo lo que tenemos es un presente que, para colmo, no deja de deslizarse y escurrirse, como el agua jabonosa tras la ducha, hacia el tan negado y despreciado y maldecido... pasado.
L.

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