viernes, 15 de febrero de 2013

Cartas infieles


Es conocido el pacto de amor libre firmado sin firma por Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir. No convivir bajo un mismo techo. Admitir la infidelidad y contarla hasta en sus menores detalles como señal de confianza. Yo había olvidado ese pacto cuando leí una carta que Sartre le escribió al Castor, como llamaba a la escritora amada, y lo recordé casi como se evoca un balde de agua fría o acaso muy caliente. En una carta escrita en 1938 Sartre le cuenta a su compañera que conoció a una tal Gerassi, una mujer con la cual, dice, "salvo acostarme le hice todo". A continuación especifica que la dama resulto ser una gran amante, deliciosa en la cama, llena de olores y con nalgas "parecidas a gotas de agua". Luego de describir la lengua de Gerassi ("se desenrolla sin parar y le acaricia a uno hasta las amígdalas") el hombre le aclara a Beauvoir que se negó al acto en sí. Y dice algo más. "Sepa que en medio de todas estas vorágines me las arreglo para permanecer eternamente unido a usted", dado que los dos amantes, dicho sea de paso, se trataban de usted. 
L.

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