miércoles, 27 de febrero de 2013
La casa
La casa parece vacía pero está llena. Y no de fantasmas sino de huellas reales de pies animales y humanos que la caminaron y habitaron y orinaron hasta superar la frontera del pudor. Eso sin contar las moscas, los mosquitos y las pacientes arañas que tejen en el cielo. Las paredes hablan pero también callan. También hablan y callan los baños que dan al jardín. Ahí se ducharon princesas que ahora son brujas en bosques lejanos o hermosas mujeres que hacen lo que pueden. El comedor, un poco abandonado en estos días, fue escenario de fiestas impresionantes con bailes y besos y tortas. La casa parece vacía pero si se la mira bien no queda espacio sin llenar. Me muevo lento por las galerías inundadas de historias terribles y maravillosas. La casa convertida en catarata. Una multitud me acosa y por momentos me agota. La casa parece vacía pero está muy llena.
L.
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