miércoles, 26 de febrero de 2014

Casas viejas

Tiran abajo casas viejas. Justo frente adonde vivo. Ahora quitan los techos. Ya derribaron placares, cuadros originales, recuerdos estúpidos, besos robados al azar, cartas que no servían, ya, para nada. Tiran abajo casas viejas. Dos. En su lugar levantarán torres de esas que tienen piscina iluminada. Habrá juegos de niños y hombres armados durante las 24 horas. Los nuevos habitantes no cometerán los errores que cometieron los antiguos. No juntarán polvo ni polvos, no llenarán de fotos los cajones de la mesa de noche, no escribirán cartas (ya nadie escribe cartas), pasarán los veranos en la piscina de la terraza y no tendrán de qué hablar entre ellos y nada que añorar. Tiran abajo casas viejas. Dos. Justo frente adonde vivo. 
L.

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