martes, 18 de febrero de 2014

Palabras calientes


Leo en un manual de escritura literaria un método infalible para escribir novelas eróticas. Uno de los puntos consiste en incluir personajes siempre dispuestos a realizar un acto sexual con quien sea y en cualquier circunstancia. Otra idea es implantar en una parte del relato alguna prohibición a fin de que sea transgredida en otro lugar de la narración. Se supone que esto excitará especialmente a los lectores sensibles. La extensión ideal de la novela -advierte el libro en un tono pretendidamente irónico- es de 69 poses y 151 páginas. Por último se aconseja incluir en el texto un pasaje fuerte y descriptivo a fin de que la imaginación descanse. Qué absurdo. Los autores del manual no escucharon a tiempo una advertencia de Cortázar sobre el tema. Ahí el autor de La señorita Corapropone a los cultores del género desplegar el lado más lúdico del sexo considerado en cualquiera de sus formas. Y propone además que el erotismo surja naturalmente y sin intención de calentar a nadie.
L.

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