martes, 26 de agosto de 2014
Erotismo en Cortázar
A Julio Cortázar siempre le molestó lo que denominó erotismo ginecológico, es decir, la prosa vulgar, explícita sin necesidad, convencional e inverosímil por sobre todas las cosas. Cuando se le preguntó por la sexualidad casi invisible en sus cuentos hizo una única excepción con La señorita Cora, un cuento de Todos los fuegos el fuego. Es el relato más erótico que escribí en mi vida y ningún crítico se dio cuenta, le advirtió a un asombrado entrevistador. Al lamentar su conocida dificultad para usar palabras directas en el terreno aludido comentó que, en ocasiones, necesitó la palabra concha "más que los cigarrillos". Pero eligió la abstinencia.
L.
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