viernes, 29 de agosto de 2014

Señales de vida

Alguien, probablemente un niño, juega con un espejito desviando rayos solares en dirección a los departamentos vecinos. Cierro mis ojos y observo los reflejos desde la ventana. El espejo cabe en una mano y alcanza para reinventar el mundo y arrojar viento solar entre las sombras del día. Señales de vida. Inesperados fuegos que alumbran el mensaje escrito en una servilleta de papel, te amo de repente, no sé si recordarte aunque estés a siglos de distancia. No sé si lo que hago es un acto de elegancia o desesperación. Señales de vida en el pantano. Ríos de luz. Tal vez habría que cambiar la palanca de cruce para que descarrilen los trenes o despierten los pájaros dormidos. Las nubes, el niño, el espejo. Algo habrá que hacer.
L. 

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