lunes, 11 de agosto de 2014
Palestina en todas partes
Es tan fácil matar, tan fácil destruir, tan difícil en cambio construir algo, una pequeña flor, un refugio, un amor, cualquier cosa. En Palestina ya fueron asesinados por Israel cerca de dos mil civiles, entre ellos cuatrocientos niños. Los ataques israelíes provocaron más de diez mil heridos en la población civil y cerca de 200 mil desplazados internos. Matar niños no es difícil. Tienen huesos de viento, cuerpos extraordinariamente livianos, casi invisibles. Una bomba de escaso poder arrojada desde un avión no tripulado puede sin dificultad desintegrar bebés, entre otros objetivos de primer orden militar y estratégico. Y qué fácil es mirar para otro lado, hablar de guerra cuando no hay guerra, justificar el genocidio con palabras amables y hasta heroicas. Y es tan difícil, en cambio, construir algo, una pequeña flor, un refugio, un amor, un sol, cualquier cosa.
L.
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