El que mata debe morir, dice la filósofa argentina Susana Giménez. El que las hace las paga, profundiza más aún el filósofo argentino Sergio Massa. Ojo por ojo diente por diente, se lee en el Antiguo Testamento. Desde la vereda se oye la voz de Doña Rosa repitiendo en sus palabras el fervor punitivo. Vigilar y castigar, torturar, vengar. Es el único sentimiento crudo que nace del alma como las peores y más obvias ideas que nacen del alma. El que mata debe morir. El que las hace las paga. Ojo por ojo, etcétera. Y todo así desde el pensamiento fácil. ¿La solución final es el linchamiento de los supuestos malos a manos de los supuestos buenos? No al castigo.
L.
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